Entre estos dedos hay un chip que está implantado en la piel de Mark Gasson, un científico de la Universidad de Reading en Inglaterra. Hasta aquí podría ser un normal (que no común).
Lo que quizás no sea tan normal es que , segun nos cuentan en Alt1040, el chip está infectado por un virus informático; y ya suena muy raro que la introducción del virus no fue accidental sino a propósito, con un objetivo. Ese chip está preparado para intercomunicarse con puertas de seguridad. El virus infectado podría ser capaz de transmitir ese virus a terminales externas. Esto es un aviso a los científicos sobre la vulnerabilidad de los implantes biotecnológicos; pues un caso como este podría afectar a todos los componentes del entorno.
Rafael Capurro (Steinbeis-Transfer-Institute of Information Ethics, Alemania) alerta de que puede existir un riesgo muy serio si se es capaz de acceder en línea al implante; pues podría afectar al control del chip y provocar el fallo del mismo o conseguir información privada del usuario, además de tener la posibilidad de afectar a más gente de su alrededor.
Y ahora si se puede decir “No son zombis, son infectados”
Fuente – « Aula Geek